Thursday, December 17, 2009

Luis Donaldo Colosio

Hace diez años. Revelaciones sobre el magnicidio ordenado por los neoliberales mexicanos
El asesinato de Luis Colosio apunta al Estado mayor presidencial de Carlos Salinas
por Gastón Pardo*

Muestra un noticiario que el segundo disparo recibido por Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República, en México, hace diez años, le fue disparado en el interior de la camioneta que lo conduciría al hospital.

Luis Donaldo Colosio en una foto oficial por su partido político: PRI Partido Revolucionario Institucional. Detrás la foto del presidente mexicano Carlos Salinas actualmente viviendo fuera del país. Foto PRI



Luis Donaldo Colosio en una foto oficial por su partido político: PRI Partido Revolucionario Institucional. Detrás la foto del presidente mexicano Carlos Salinas actualmente viviendo fuera del país.
Foto PRI

Luis Donaldo Colosio Murrieta recibió un segundo disparo en la camioneta a bordo de la cual fue trasladado al hospital después de haber sido herido en la cabeza en Lomas Taurinas, Tijuana. Esto lo establece una videograbación aportada por la Universidad de Guadalajara.

La grabación es prueba indiscutible de que Luis D. colosio fue víctima de un complot en el que estarían involucrados miembros del Estado Mayor Presidencial que tenían a su cargo la seguridad de Colosio, encabezados por el general brigadier Domiro Roberto García Reyes. La grabación fue desvelada por el noticiario Esferas, que se trasmite en la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco, donde acaba de tener lugar la III cumbre de la Unión Europea y América Latina.

La videograbación fue revelada al público al cumplirse 10 años del crimen del entonces candidato a la Presidencia de la República, y en ella, en cámara lenta, se aprecia el caos que hubo para el traslado de la víctima desde el sitio donde se le dio el primer disparo en la cabeza, hasta la camioneta que usaba en su gira, así como la intromisión en la escena de varios extraños.

En las videograbaciones obtenidas por La Crisis en la página web del noticiario jaliciense, se demuestra que Colosio, ya herido, es subido a la camioneta por la portezuela derecha trasera, y es ahí cuando el conductor de noticiero señala: «Observen al individuo que está atrás de la camioneta; un tipo corta estatura, de lentes, pelón, que luego se le ve por la portezuela trasera izquierda y luego se oye el clarísimo ruido de la detonación y el destello del fogonazo que ésta produce». A continuación el periodista, que pide se pase en cámara lenta la videograbación, va narrando punto por punto los hechos y encerrando con un círculo el destello que produce el fogonazo de la segunda arma utilizada contra el sonorense.

Y para no dejar ningún lugar a dudas, el narrador establece que: «entonces si el balazo no se lo dieron en el sitio del primer atentado, cuando iba cayendo al piso; se lo dispararon en el interior dela camioneta, y con ello se refuerza la teoría del complot en contra del candidato del PRI a la presidencia de la Republica».

Esto concuerda con la primera postura que se dedujo del informe forense de la doctora Patricia Obanel, especializada cardióloga, quien el día de los hechos participó en la autopsia realizada al asesinado y que, al salir del hospital regional de Tijuana, perturbada, declaró que no sólo había sido una herida, sino que tenía más y dejaba entrever que no fue uno el atacante sino varios. Al respecto, el fiscal federal dijo que en su oportunidad fue investigada la versión de la doctora, pero que ésta retiró su declaración argumentando que fue producto de la confusión.

De acuerdo con la investigación realizada por el Fiscal federal Diego Valadez a petición del senador Luis colosio, padre del asesinado, de se reabriera el caso, al señalar por primera vez que su hijo había sido víctima de un clima de profundo deterioro de sus relaciones con (Carlos) Salinas, presidente de la República en el periodo 1988-1994, no se demostró la hipótesis del complot, que al fin, quedó demostrada sin lugar a dudas.

La hipótesis del complot fue respondida las vísperas del décimo aniversario del asesinato del sonorense por el ex presidente Salinas de Gortari, quien aseguró que mantenía una relación muy cordial con Colosio y señaló que en todo caso a quien habría que preguntar es a Ernesto Zedillo, quien sustituyó al asesinado en la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y alcanzó la Presidencia de la República, además de que fue el principal beneficiario de la muerte de Colosio.


En el marco del décimo aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el Gobernador del Estado de Nuevo León (México), José Natividad González Parás, develó una placa en el Monumento al ex candidato Presidencial del PRI que se ubica en la avenida principal de Ciudad Solidaridad.
Foto y texto Estado de Nuevo León (México)

Reabrir el caso Colosio

Mientras tanto, en la conferencia de prensa que dio el 16 de febrero pasado, la coordinadora general de Investigaciones de la Fiscalía federal (PGR), Maricela Morales, dijo que la PGR analiza los 178 tomos del expediente del caso Colosio para definir si el Ministerio Público llama o no a declarar a los ex mandatarios y añadió que el caso «no puede reabrirse por capricho». De tal manera, la funcionaria de la fiscalía se alinea con el autoritarismo inaugurado por Vicente Fox, quien se ha manifestado por el cierre del expediente.

La postura oficial señala que sólo hubo un asesino, Mario Aburto, quien cumple una condena de 45 años de prisión. Por ello, Luis Colosio ha pedido que la fiscalía interrogue a Salinas y Zedillo. Además pidió que en esta confrontación participe el ex regente de la ciudad de México y actual diputado del PRD, Manuel Camacho, quien participó de manera determinante en el empeño de entorpecer la campaña de Colosio. Al respecto, Camacho Solís aceptó el careo y pidió que se reabra el caso, para que se aclararen los puntos oscuros.

Esta postura fue apoyada por el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, en declaraciones realizadas el 16 de febrero pasado. Dijo que era necesario abundar en todas las pesquisas para conocer quien se confabuló con quién para cometer el crimen. Camacho es el protector del jefe de la policía de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, a quien el periodista Héctor González acusó de proteger a 70 mil expendios de droga en la capital mexicana.

Ni Aburto ni Othón Cortés

La recuperación de la libertad de Othón Cortés Vázquez, detenido y acusado por Antonio Lozano, cuando fue fiscal federal, como el segundo que disparó en el crimen de Lomas Taurinas, con lo cual se fortalecería la tesis de complot, que manejó en su momento el subprocurador Pablo Chapa Bezanilla, que sería el puntal para llegar al Estado Mayor Presidencial (EMP), pues dejó abierta la posibilidad de que otro individuo haya hecho el segundo disparo.

Los peritos Alejandro García López e Isaac Manuel Urrutia Hernández emitieron una conclusión luego de analizar el certificado de la autopsia, un sin fin de dictámenes de balística y criminalística, diversas testimoniales, material audiovisual y juicios de colegas suyos: «Única: Que es prácticamente imposible que Mario Aburto Martínez hubiera podido desplazarse a la izquierda y por detrás del licenciado Luis Donaldo Colosio momentos después de que se produjo el primer disparo, por la rapidez con que que se suscitaron los hechos, la cantidad de gente agrupada y compactada en torno del hoy occiso, así como la acción inmediata de sometimiento de que fuera objeto Mario Aburto Martínez».

Pero vendría un conflicto de constitucionalidad. Mario Aburto Martínez ya fue declarado asesino solitario y condenado como tal. Por tanto, para la Fiscalía no puede haber un segundo participante.

Esta tesis del asesino solitario, que resultó la más favorable para que la clase política mexicana consiguiera impunidad cerrando el paso a una investigación más profunda del asesinato, es echada por tierra por la videograbación presentada en Guadalajara, a la que se ha tratado de desestimar.
Gastón Pardo

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